
COMUNICACIÓN INTUITIVA CON ANIMALES
La intuición es una palabra que viene del latin “Intuitio” o “mirar hacia dentro” y que define Oxford en su diccionario como la “Habilidad para conocer, comprender o percibir algo de manera clara e inmediata, sin la intervención de la razón” es eso que ocurre cuando “se nos viene a la mente una persona” y en cuestión de segundos esa persona nos está llamando o mandando un mensaje, o cuando sentimos “rara” a una persona cercana, como si “algo le pasara”... siendo las mamás expertas en “saber que algo le pasa al bebé” o que “en algo raro andaba uno metido”.
Las otras especies animales tienen una manera de vivir y comprender el planeta bastante distante a la de los humanos. Los animales comprenden que son parte del universo y, al racionalizar de manera diferente a cómo lo hacemos los humanos, tienen una capacidad inmensa para sentir. Hay animales que pueden sentir cuando una persona va a convulsionar o cuando va a temblar. Pueden sentir nuestra tristeza y les urge consolarnos. Llegan incluso a sentir cuando estamos cerca de casa y nos esperan junto a la puerta para que con grata sorpresa, sean ellos lo primero que veamos.
Este comportamiento que pareciera “predecir la llegada de las personas a casa”, comúnmente observado en los perros, llamó la atención de personas que lo han estudiado y han logrado darse cuenta que los perros, además de ser conscientes de la cercanía de sus personas, podían darse cuenta cuando sus personas decidían volver a casa, cómo lo revelan las investigaciones del Dr. Rupert Sheldrake. Publicadas en libros como “Dogs That Know When Their Owners Are Coming Home: And Other Unexplained Powers of Animals”.

HISTORIA
La comunicación intuitiva con los animales ha estado presente desde nuestros orígenes como especie gracias al contacto amoroso y respetuoso que hemos tenido por más de 250.000 años que llevamos caminando por estas tierras. Las historias de algunos pueblos originarios de las que su eco aún resuena, nos cuentan sobre el contacto profundamente respetuoso con la madre tierra, al reconocerse ellos desde la humildad, como una más, de las múltiples formas de vida que habitan en la tierra, reconociendo también el espíritu y la consciencia que habita en cada animal, en cada planta, río e incluso en las montañas, amando profundamente toda la vida que nos rodea, logrando así vivir en amoroso equilibrio con su entorno por tantos siglos.
Un reconocido caso de comunicación intuitiva interespecie de la historia occidental fue el de San Francisco de Asís, de quien se cuenta que en el siglo XIII se aventuró a compartir con el mundo su sentir profundo con los animales, a quienes consideraba hijos de Dios al igual que las personas, por eso les llamaba sus “hermanos” para referirse a los animales.
Como profesión, la comunicación intuitiva con animales nace en Estados Unidos en la década de los setenta con J. Allen Boon, Samantha Khury y Penelope Smith, quienes a su vez han guiado y formado a otras personas para comunicarse con los animales y ofrecerlo como servicio. Entre las personas formadas por Penelope Smith se encuentra mi maestra Daniela Camino fundadora en el 2003 de Interespecies, la primera escuela de comunicación intuitiva con animales en Latinoamérica.